Una de las visitas obligadas en Peñiscola es sin duda en castillo del Papa Luna.

El Castillo se alza orgulloso sobre un peñón de 64 m de altura y resulta visible prácticamente desde cualquier punto de la ciudad. Fue declarado monumento Histórico-Artístico en el año 1931.

El casco antiguo del pueblo de Peñíscola, te hace imaginar que estas en los siglos en que piratas asaltaban fortalezas, como la del Castillo del Papa Luna, que es el punto central de esta localidad y visita obligada. En su interior cuenta con una exposición sobre los Templarios muy llamativa y curiosa.

Recorrer sus calles tranquilamente, visitando los rincones, como "el bufador" una entrada del agua del mar en la roca que sorprende en días de temporal lanzando chorros de agua en el mismo casco histórico. O sus callejuelas estrechas, empinadas y adornadas como si de otro siglo se tratase. Un pequeño museo, pero muy curioso con artes de pesca, acuario, y piezas históricas. Unas vistas sorprendentes de la fortaleza y los acantilados, etc.